

Lo que supone todo un éxito, ya que ha conseguido hacerse con los servicios de unos de los entrenadores más codiciados, y no sólo en Europa, sino también por la NBA. Como dato anecdótico hay que destacar que Messina habla perfectamente el inglés, español, francés, alemán y algo de ruso.
Para el italiano lo más importante es la calidad conjunta de la plantilla por encima de la individual: “En el deporte moderno es más importante el cómo haces el equipo que no cómo lo entrenas. Puedes tener un entrenador y unos jugadores que lo hacen bien, pero también lo hacen bien el resto de clubes de primer nivel. Es muy importante elegir bien a los jugadores, que antes que jugadores son personas. Es la clave para lograr objetivos”, explicó durante su presentación.
La historia profesional del italiano se ha desarrollado principalmente en dos equipos, el Virtus de Bolonia y el CSKA de Moscú. En el Virtus comenzó a exhibir las características que le han llevado a lo más alto. Disciplina, confianza en sus jugadores, trabajo duro y hambre por ganar son algunas de sus señas. En el club italiano ganó sus dos primeras Euroligas, conseguidas en los años 1998 y 2001. En el año 2005 decidió salir de su país para probar fortuna en Rusia, donde las cosas le fueron francamente bien. Con los rusos ganó su tercere Euroliga en 2008 después de derrotar al Maccabi de Tel Aviv en la Final Four celebrada en Madrid.