

LeBron James con un triple doble se convirtió en la gran figura del partido dejó en evidencia a las estrellas de los Lakers, Kobe Bryant y Pau Gasol. El alero de los Heat consiguió 27 puntos, incluidos cinco triples, 11 rebotes y 10 asistencias; y junto a Bosh, que aportó un doble-doble de 24 puntos y 13 rebotes; dominaron la pintura. Wade, a pesar de tener molestias en la rodilla izquierda, consiguió 18 puntos y fue el tercer máximo encestador de los Heat, además de aportar seis asistencias y cinco rebotes.
Esta victoria dejó a los Heat (23-9) con el decimocuarto triunfo en los últimos 15 partidos que han disputado, la segunda mejor marca en la Conferencia Este, marca que supera a la de los Lakers (21-9), que ya han perdido cuatro partidos en su campo del Staples Center (10-4).
Kobe Bryant terminó con 17 puntos con un más que discreto (6-16), siete asistencias y seis rebotes. Gasol jugó 37 minutos y anotó 8 de 17 tiros de campo y 1-1 desde la línea de personal, capturó ocho rebotes y repartió tres asistencias, sin que dominase en ningún momento los aros. El jugador de Saint Boi falló los siete primeros tiros que hizo a canasta.
James, como ya sucediera el año pasado cuando jugaba con la camiseta de los Cavaliers de Cleveland, salió muy motivado y fue superior a Bryant y los Lakers, esta vez en el partido que muchos consideraban el anticipo de unas posible Finales de la NBA.
Los 80 puntos con los que acabaron los Lakers hablan muy bien de la defensa de los de Miami, que ya comienza a parecerse a su letal ataque. La temporada es muy larga, pero parece que los Lakers acusan en demasía las lesiones, el cansancio acumulado por Pau Gasol ante las ausencias en la pintura y la gran cantidad de paridos que acumula Bryant que parece estar enfilando el final de su carrera. Aunque esto es baloncesto y nunca se sabe.
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