



Esta afección es una hipertonía de un grupo de fibras musculares o un fascículo de aparición repentina, apreciándose una especie de tensión y abultamiento doloroso que impedirá realizar movimientos que antes podíamos emprender fácilmente en nuestra vida diaria. Cuando efectuamos cualquier movimiento brusco, sin percatarnos de tal hecho, conseguiremos que ciertos grupos musculares, aquellos que hayan permanecido sin actividad durante un tiempo considerable, sean más proclives a la formación de una contractura muscular. Además de estos casos, las personas mayores también suelen padecer este tipo de afecciones debido, en buena medida, a que el proceso de envejecimiento conlleva la pérdida de elasticidad de sus articulaciones y otros grupos musculares. Podemos distinguir dos tipos de contracturas musculares. Una de las más comunes, es la que se produce tras la realización de un esfuerzo físico intenso porque alguna de las fibras musculares han sido objeto de un trabajo más intenso de lo normal, provocando dolor o lesiones.


Por otro lado, también podemos distinguir las contracturas por la acumulación en la fibra muscular de sustancias de desecho metabólicas. Esto último quiere decir que cuando realizamos un movimiento repentino, la irrigación no llega para surtir o alimentar cada arteriola, porque no son capaces de trabajar tan rápidamente, lo que quiere decir que no podremos lograr la limpieza de desechos tóxicos que se generan en nuestro metabolismo para cubrir la demanda de energía que precisa un movimiento determinado. Por esa misma razón, el calentamiento previo al ejercicio físico es tan relevante, porque de esta forma preparamos a nuestro cuerpo, avisándole de que vamos a realizar un esfuerzo superior al habitual. De entre los tratamientos más comunes ante este tipo de afecciones nos encontramos con los antiinflamatorios o los llamados masajes descontracturantes que ayudarán a combatir este tipo de lesiones. En cualquier caso, esta clase de masajes han de aplicarse por parte profesionales especializados.


Igualmente, para evitar este tipo de afecciones, el tipo de colchón utilizado para descansar nuestro cuerpo es fundamental, porque de él va a depender que en buena medida adoptemos una postura correcta y no suframos dolores innecesarios al despertarnos al día siguiente. En estos casos los colchones viscoelásticos nos aportarán la comodidad y descanso que nuestro cuerpo necesita. Entre otras cosas, este tipo de colchones nos proporcionan una firmeza óptima, de tal forma que son menos duros que los de muelles, aunque no tan blandos como los de látex. También destacan para deportistas los colchones de gel, que normalmente se componen de una capa de viscoelástica más otra capa superior de gel. Este gel ofrece un descanso relajado, terapéutico y de gran efecto relajante, ideal para las personas que más trabajan su cuerpo. Otra de las ventajas de este tipo de colchones con viscoelástica es que se adaptan en gran medida a la forma y postura de tu cuerpo, de manera que ninguna parte de tu estructura corporal permanecerá sin el apoyo que necesita, además de lograr una correcta alienación de la espalda. En este sentido, son los colchones más recomendables en caso de problemas musculares, lumbares o de articulación. Conviene recordar que los colchones viscoelásticos son una de las variantes de los colchones de espuma, caracterizados por su peculiar modo de fabricación, el cual consiste en insuflar aire comprimido a un material de textura gelatinosa para obtener una espuma colmada de burbujas que, posteriormente, recibirá un tratamiento con resinas estabilizadoras y endurecedoras, conformando un bloque ideal para el descanso de todo el cuerpo.


Igualmente, estos colchones mejoran la circulación de la sangre, debido fundamentalmente a que el cuerpo está repartido de manera equitativa en todas sus partes. Por otro lado, la estructura celular abierta de este tipo de colchones permitirá la formación de microclimas en las superficies que permanecen en contacto con nuestro cuerpo, por lo que aportarán frescor coincidiendo con las altas temperaturas y calor en las zonas de más frío. Además, otra de las comodidades que aportan este tipo de colchones es que para su correcto funcionamiento no requieren ningún tipo de mantenimiento, únicamente limpiarlos las veces que se estimen oportunas. ¿Y vosotros?, ¿conocíais los beneficios de este tipo de colchones en caso de problemas musculares?, ¿tomáis las precauciones necesarias a la hora de practicar ejercicio?
Es verdad que los colchones son súper recomendables para la espalda. Yo siempre he tenido dolores de espalda y desde que me compré un viscoelástico se me han reducido bastante. Hay de varios modelos y marcas. lo mejor es ir a una gran superficie y que te recomienden allí, te dejen probar varios, etc. El mío lo compré en Comunidad Colchonera. La web es
Hola yo me gusta mucho jugar el hockey pero eso difícil en poco