El primer cabeza de serie del torneo, David Ferrer, una vez superada la gripe que le obligó a abandonar en el Masters 1000 de Roma, venció en su partido de octavos de final al tenista italiano Andreas Seppi, en un partido que no tuvo historia y en el que el alicantino demostró que sigue estando en un gran estado de forma y juego. En poco más de una hora el español venció por 6-3 y 6-2, sin permitir ninguna opción a su rival, haciendo uso de un saque y una derecha muy poderosa. En la siguiente ronda tendrá como rival al ucraniano Alexandr Dolgopolov, por lo que no debería tener excesivos problemas para presentarse en las semifinales del torneo el próximo viernes.
Precisamente, el próximo rival del de Jávea derrotó al también español Pere Riba en dos duros sets que tuvieron que dilucidarse en dos apretados tie-breaks. Mejor suerte tuvieron los otros dos españoles que disputaban su partido en la jornada del miércoles. El murciano Nicolás Almagro tuvo que sufrir mucho más de lo esperado para derrotar en tres sets, y más de dos horas de juego, al argentino Carlos Berlocq por 6-7, 6-4 y 6-3. El español tuvo que ofrecer su mejor juego para remontar el set inicial y lograr imponerse a un jugador que le puso en serios problemas, demostrando que es uno de los jugadores a seguir de cerca en los próximos torneos.
Desafortunadamente, Almagro tendrá como rival en los cuartos de final al otro español que queda en el cuadro: Pablo Andújar, que superó en un gran partido al francés Julien Benneteau por 6-3 y 6-4. Andújar sigue demostrando que ha dado un paso adelante en su juego, y que su victoria en el torneo de Casablanca este mismo año no fue casualidad. Este enfrentamiento entre españoles nos asegura, al menos, un semifinalista español.
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