Su calidad la defiende con las estadísticas. Cuando la jubilación es la amenaza e ironía que le lanzan sus detractores, resulta que el capitán del equipo blanco suma 18 goles en Liga. Si quitáramos los tantos anotados de penalti, el siete sería el jugador nacional que más veces ha perforado las porterías enemigas. Si sumamos los goles marcados en todas las competiciones, Raúl suma 24 (tres en Liga de Campeones y tres en la Copa del Rey). Con 31 años ha perdido velocidad, chispa, oportunismo y, pero no el gol. Su nómina ha crecido con sus tantos. Los jóvenes piden paso, pero nadie se atreve a gritarlo porque tienen miedo de perder el respeto al capitán. Una palabra suya bastaría para echarles encima el peso de la afición, a la que controla con sus estadísticas y el sudor de su camiseta. Su imagen en el banquillo aún no debe ser habitual. Cuando llegue será el prólogo para una despedida que tiene que ser por la puerta más grande que haya en el Santiago Bernabéu. Será ley de vida y significará que su presencia ya no es indispensable. Seguro que su profesionalidad facilitará el relevo para los jóvenes que lleguen pidiendo paso. 3 Enseñará a cómo ser dueño de un número y a cómo tapar las carencias técnicas con sacrificio. Demostrará cómo hacer mejor a los que le rodean. Aganar. A no rendirse ante la derrota. El capitán dejará tatuada su sonrisa en la memoria de los niños que se acercan a pedirle tu firma. En eso, el 7 es y será balón de oro. Imagen
Raúl ha resucitado
28 abril 2009 | Por luismipalacios
Raúl ha vuelto a resucitar una vez más. Cuando todos le daban otra vez por muerto, el delantero del Real Madrid metió tres goles al Sevilla en el estadio Sánchez Pizjuán. Adiós a todas las dudas. Vuelve a ser insustituible. Su número siete ha vuelto a brillar como antes. Su nombre vuelve a ser reclamado para la selección.
Raúl ha vuelto a resucitar una vez más. Cuando todos le daban otra vez por muerto, el delantero del Real Madrid metió tres goles al Sevilla en el estadio Sánchez Pizjuán. Adiós a todas las dudas. Vuelve a ser insustituible. Su número siete ha vuelto a brillar como antes. Su nombre vuelve a ser reclamado para la selección.
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