Más justo no podía ser este Laureus, que no sólo premia su maravilloso año sino toda su brillante carrera. Durante el año pasado Nadal fue campeón de tres de los cuatro Grand Slam del año: Roland Garros (su quinto título en París), Wimbledon (segundo título en la hierba londinense) y su primera victoria en el Open Usa. Hay que añadir su victoria en 3 masters 1000: Montecarlo, Madrid y Roma. También fue finalista de la Copa Masters, dónde sólo su eterno rival en las pistas, Roger Federer le impidió ganar uno de los pocos títulos que faltan en su vitrina.
Todos estos increíbles resultados le llevaron a acabar el año como indiscutible número uno del mundo, con una gran diferencia sobre los siguientes tenistas. Si había dudas, confirmó que es un jugador que puede ganar en todo tipo de pista, y que sigue mejorando año a año, luchando como el primer día por seguir mejorando siempre con la máxima humildad.
Tenía como rivales para el premio Laureus a deportistas de la talla de los jugadores del Barcelona, Andrés Iniesta y Leonel Messi, Kobe Bryant, el boxeador Manny Pacquiao o el campeón del mundo de Formula 1, Sebastian Vettel. Al final el jurado formado por 46 de los mejores deportistas de todas las épocas se decantaron por Nadal.
Durante la gala tuvo que disputar un curioso partido de ping-pong contra le presentador de la gala, el actor Kevin Spacey.
Hay que recordar que su gran rival en las pistas, Roger Federer fue ganador de este mismo premio durante 4 años consecutivos (2005 al 2008). Pero difícilmente se puede superar el año que nos ofreció Rafa en 2010, y que a pesar de su derrota en los cuartos de final del Open de Australia intentará igualar e incluso superar.
Por otra parte, hoy nos ha traído también la alegría de que Rafa se encuentra en perfecto estado de las molestias que acusó durante le partido contra Ferrer (con pequeña rotura muscular incluida) y que participará en la primera ronda de la Copa Davis que jugará España contra Bélgica entre el 4 y el 6 de Marzo.
Contenidos relacionados
No se ha encontrado ninguno