Nadal, una vez conseguido su sexto título de Roland Garros, volvía a estar en su mejor estado de forma y lo ha demostrado durante las dos semanas de Wimbledon, un torneo que se le da especialmente bien, y en el que ha disputado con la del domingo cinco finales (con dos títulos). Además, el manacorí se presentaba con la intención con la racha de las últimas cuatro derrotas en finales de Masters 1000 contra "Nole". Por su parte Djokovic llegaba a la final a un nivel estratosférico que le ha llevado a obtener 48 victorias y una sola derrota en el 2011, con 8 títulos en total y con una sensación de ser casi imparable.
El comienzo de la gran final nos mostraba a un Nadal que parecía que tenía bien aprendida la lección y se mostraba muy ofensivo y dominante en su juego. De esta manera, los dos jugadores iban ganando sus saques, aunque el serbio tenía más problemas ante el empuje del español. Sin embargo, llegó uno de los momentos clave del partido, con 5-4 para Djokovick, sacaba Nadal que tenía 30-0. En ese momento, varios fallos del español le dieron alas al serbio que aumentó su nivel de juego y a la primera oportunidad de ruptura de este primer set lo conseguía y se llevaba el primer set. Era un final extraño que dio alas al jugador de Belgrado, que empezó a jugar a un nivel increíble. Nadal en ese momento se vio totalmente superado por un rival que se mostraba incisivo y con unos golpes potentes que casi no tenían respuesta, lo que llevó a que se anotará también la segunda manga por un claro 6-1.
En el tercer set Nadal demostró que jamás se rinde y que lucha hasta el final y que si lo quieres ganar tienes que hacerlo todo muy bien. El español volvió a demostrar el tenis del principio del set y sorprendió al serbio que ya no se sentía superior. Rafa le devolvía el 6-1 y le citaba para un emocionante cuarto set disputado de tú a tú. Sin embargo, recordó mucho al primer set, ya que el serbio supo aprovechar de nuevo la primera oportunidad que tuvo para romper el saque del español y dejar sentenciado el set y la final.
Novak Djokovic se proclamó justo campeón de esta edición destronando al anterior campeón y demostrando que ahora mismo solo Nadal puede hacerle frente. Una gran final y un nuevo número uno del mundo. Sin embargo, Nadal es un hombre de retos y de superarse, y a buen seguro que ya está preparando con su equipo como hacer frente a ese muro que es el serbio y luchas por recuperar el puesto que ha cedido.
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