Rafa Nadal necesita más descanso

Tras su estela de estrella se mueve toda una maquinaria de marketing que no le permite descansar todo lo que debería. Está expuesto a la opinión pública casi todo el día. Ya sea en la pista o en actos promocionales, Rafa no para. Su día a día parece sacado de Gran Hermano. Todos sabemos todo sobre él.

Deportivamente, deberíamos de cuidar al más grande campeón que tenemos y hemos tenido. Menos agobio mediático le concedería más calma, fundamental para soportar el grado de concentración que el tenista soporta en la pista. Sin embargo, también le deberían de conceder más respiro su propio equipo técnico. Rafa es como un frasco de perfume, cada vez que lo abres para usarlo, te queda menos y pierdes fragancia. No es normal que en seis años como profesional haya disputado cerca de 600 partidos (578) entre dobles (123) e individuales (445). La media es brutal. Excesiva para un chaval que abandonó la adolescencia a raquetazos. Esta temporada se le está intentando mimar más, pero no lo suficiente. Nadal sale a ganar todo. Su odio a perder ya le ha llevado a jugar 41 encuentros en lo que va de 2009. El chico tiene la costumbre de alcanzar las finales de todo lo que disputa, no se pierde ni un partido… No hay que olvidar que su físico es de los mejores del circuito. Parece sacado de una escultura griega. Sin embargo, ya ha sufrido y sufre achaques. Es habitual verle jugar con cintas en las rodillas para combatir sus tendinitis crónicas. Los fisios salen a tratarle a su silla en los intercambios de pista con más frecuencia de la que deberían para reducirle sus molestias durante los torneos. Hay que mimarle. Le echaremos en falta el día que se retire.

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