

Cuanto más fácil y sencillo es el objetivo que se ponen a la vista, más posibilidades tienen de no lograrlo. Abel lo sabe bien, cuando nadie apostaba por él fue capaz de clasificar la temporada pasada al equipo clasificándolo para la Liga de Campeones. Sin embargo, cuando todo parecía que iba a ser un camino de rosas después de una pretemporada en la que llenó de ilusión a los aficionados, la cosa se torció y fue destituido.
Quique tendrá que jugar con ese factor. Le conviene conocerlo para evitar falsas euforias. No hace ni dos meses que desde el club se veían jugando la final de Champions en el Santiago Bernabéu después de eliminar al Panatinaikos. Ahora, aspiran a clasificarse para una competición de segunda como es la UEFA League, a la que llegarán si consiguen terminar terceros en su grupo.
Quique tendrá que comenzar por poner la cabeza en su sitio a los defensas. Muy veteranos pero con errores de infantiles. Juanito y Pablo son internacionales por España. Bueno, mejor dicho, han sido, porque resulta complicado imaginarles de nuevo con la elástica roja del equipo nacional. Si consigue que se serenen, podrá rearmar el resto de las líneas en donde la calidad y eficacia son demoledoras. ¿Cuántos equipos de mundo tienen mejor dupla de ataque que el Atlético con Diego Forlán y el Kin Agüero? Se pueden contar con la palma de la mano: Barcelona, Real Madrid, Chelsea y no se me ocurre ninguno más. No son malos mimbres para empezar a elaborar la cesta.
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