Navratilova nació en Praga en 1956 y cuenta con la doble nacionalidad checa y estadounidense. Precisamente esta última la obtuvo en 1975 para poder disputar torneos en Estados Unidos, ya que por aquel entonces el régimen comunista de la antigua Checoslovaquia se lo impedía. Desde muy joven se vio que tenía un talento innato especial para el tenis y pronto empezó a empezar a recibir la admiración por su juego, espectacular, dinámico y con una calidad pocas veces vista. De esta manera, con 18 años disputaría sus primeras dos finales de Grand Slam, que perdería pero dejando para el recuerdo una final increíble en 1975 contra otra mítica jugadora como fue Chris Evert. El público estaba sorprendido por esa joven jugadora que contaba con un tenis muy agresivo y de ataque continuo. Con Martina no había momento de relajación para la contraria, porque sabías que iba a bombardear con sus fuertes derechas y revés a una mano, ambos con una precisión milimétrica, y por sus continuas subidas a la red. Su tipo de juego era perfecto también para jugar en dobles.
No obstante, tendría que esperar hasta 1978 para conseguir su primer Grand Slam en Wimbledon. Sería el comienzo de una carrera brillante y de récord, que le llevó a conseguir unas cifras que difícilmente alguien podrá igualar: 167 títulos individuales y 177 en dobles. Y es que para hacernos una idea del mérito de Martina, hay que señalar que no solo jugaba los torneos en su modalidad individual, sino también en dobles, categoría en la que es también probablemente la mejor jugadora de la historia.
Y es que los números de la jugadora nacida en Praga son estratosféricos: 49 títulos de Grand Slam, distribuidos en 18 en individuales y 31 en dobles. En categoría individual consiguió tres títulos en el Open de Australia, dos en Roland Garros, la increíble cifra de nueve títulos de Wimbledon y cuatro Abiertos de Estados Unidos (actual Open USA). Además, hay que añadir otras 20 finales disputadas y que perdió (14 individuales y 6 en dobles).
La lista de logros y récords de la jugadora es inacabable y como muestra de su maestría hay que señalar que fue profesional durante tres décadas. Tiempo en el que se fue enfrentando a algunas de las mejores jugadoras de la historia como Chris Evert o Steffi Graff. Precisamente para la historia quedan también sus enfrentamientos contra Evert. Las dos jugadores jugaron un total de catorce finales de Grand Slam, con 10 victorias para Martina que se convirtió en la "bestia negra" de Chris.
Pero si algo demostró la jugadora checo-estadounidense es que era una súper clase tanto por su juego como por su forma de ser, que le llegó a ser admirada y respetada por todas las contrarias.
En 1994 después de perder la final de Wimbledon contra Conchita Martínez, decidió retirarse del tenis. Sin embargo, años después volvería y ha seguido disputando partidos y torneos profesionales en dobles y en la categoría de mixtos hasta el año 2006, demostrando que todavía tenía mucho tenis dentro y un estado de forma envidiable.
Será difícil que alguna vez una jugadora pueda superar los registros de una Martina Navratilova que es ya historia viva de este deporte y una de las principales leyendas del deporte de la raqueta.
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