

El acto de bondad tiene diferentes lecturas:
- Marchena abandona la concentración por una posible rotura fibrilar que le podría mantener alejado de los terrenos de juego un mes.
- Cesc se marcha por un grave problema familiar. En concreto, su abuelo se encuentra muy enfermo.
- Güiza se va porque tiene un problema en la rodilla.
- Puyol deja la concentración porque está sancionado después de recibir la segunda tarjeta amarilla en el partido ante Estonia.
- Xavi tiene permiso para ir a entrenarse con el Barcelona porque tiene molestias en una rodilla. Podría jugar, pero prefieren prevenir.
Vicente se lo ha buscado él solito. A partir de ahora ha creado precedentes. Mientras en otras selecciones no abandona nadie la concentración, y en el caso de estar lesionado se quedan a recuperarse con los médicos de la selección y a hacer grupo con el resto de sus compañeros, en España no es así. Se les da libertad para que vuelvan con sus clubes. ¿Qué pasa? ¿Tan malos son los médicos, fisios y recuperadores de La Roja? Qué pasaría si fuera necesaria la presencia de Xavi, aunque sólo fuera para jugar unos minutillos si se lesionaran los centrocampistas de España. Espero que Vicente no se queje de que no dispone de tiempo para que los seleccionados entrenen juntos y se conozcan los sistemas. Habrá que recordarle que cuando pudo no quiso. Aunque a lo mejor ganar un Mundial no le parece importante…
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