

Alberto Contador se ha convertido por méritos propios en el ganador de la última edición del Tour de Francia. Para lograrlo ha derrotado al mejor ciclista de la historia en la carrera gala, a Lance Armstrong.
Para el recuerdo quedarán las discrepancias que durante las tres semanas de carrera han existido entre el ciclista de Pinto y el de Texas. La guerra de egos quedó resuelta sobre el asfalto francés. La carretera demostró que Contador es actualmente el mejor corredor del pelotón. No tiene rival. En la montaña no hay nadie que pueda imitar su golpe de pedal. Tiene por costumbre llegar antes que los demás a las llegadas con final en alto. Además, en la lucha contra el crono tampoco es fácil de derrotar. De hecho, en la contrarreloj larga del Tour fue quien se llevó la victoria de etapa ante especialistas contrastados como Cancellara. El podio lo completaron el corredor del Saxo Bank Andy Scheck y Lance Armstrong. El mejor equipo de la ronda fue el Astaná, que está llamado a la desaparición ante la más que probable marcha de sus mejores corredores.
Si los franceses no nos tienen especial simpatía debido a la supremacía de nuestro deporte sobre el suyo, ahora la cosa va a ir peor. Los últimos cuatro triunfos del Tour han tenido a los españoles como protagonistas. En dos ocasiones ha ganado Contador, y en las otras fueron Óscar Pereiro y Carlos Sastre. A partir de ahora habrá que comprobar hasta cuándo se alarga la era Contador. Por lo visto hasta ahora no parece que haya un contrincante con la calidad suficiente como para que no vaya a ser duradera.
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