Tan solo un mes nos ha dejado. El comentarista falleció a los 53 años de edad y fue encontrado en su casa, ya sin vida, vestido con un pijama, sobre una cama con la almohada manchada de sangre. Por ese motivo, se deplazó una unidad de homicidios a investigar, pero, finalmente, según ha informado la Policía Judicial, el cadáver no presentaba signos aparentes de violencia. Sobre la autopsia, realizada el pasado sábado, no se ha comunicado ningún resultado.
Su delicado estado de salud no parece una excusa para los miles de fans que seguían las retransmisiones deportivas sólo para escuchar a su ídolo. Para el recuerdo quedarán sus motes y su estilo particular en los partidos de la NBA que junto con Antoni Daimiel ofrecían a los telespectadores de Canal Plus durante la madrugada. La única forma de no quedarse dormido viendo un Golden State Warriors contra Detroit Pistons era escuchándole. Junto a él vimos ganar a Michael Jordan sus últimos títulos. También vimos el debut de Pau Gasol y cómo crecía y se convertía en estrella de la mejor liga de baloncesto del mundo.
A partir de ahora habrá que acostumbrarse a otro estilo que nunca será como el de Andrés Montes. Con el tiempo se perderá el origen del inventor del tiki taka, pero hasta que eso ocurra, todos sabemos que fue creado por un genio de la comunicación.
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